Por Ignacio Arámburu
Tres equipos. Tres barrios. La Ribera bordeando el Paraná; Pellegrini y Roca a cuadras de la Estación; y el restante en la desarrollada zona Oeste. Tres estadios que explotaban con clásicos inolvidables compartiendo la temporada 1991/92 de la vieja Liga Nacional B (luego TNA, hoy Liga Argentina). Extrema pasión para una población de 150 mil habitantes que estuvo cautiva de básquet, tema excluyente en bares y cafés de antaño. El más feliz terminó siendo Regatas, que ascendió a la elite en Córdoba con más de 700 hinchas copando ante Banco. Belgrano subiría cinco años después de la mano del Loro Maffei en la cancha de Newell’s. Mientras que Somisa no pudo continuar participando por la privatización de la fábrica que desguazó al club, ejecutada por el gobierno de Carlos Menem y exhibiendo como cara visible al por entonces ministro Jorge Triaca (padre). Hasta el nombre de la institución debió cambiar pasándose a llamar Del Acuerdo. Muchos años más tarde, podría recuperar su original denominación.
En la temporada pasada, el trío se reencontró en el Torneo Federal, la tercera categoría del país. La maldita pandemia generó que todo ocurra en canchas cuasi vacías, con presencia mínima de espectadores en las plateas y mucha audiencia para la transmisión vía streaming. Ninguno de los tres pudo clasificar a la instancia decisiva del certamen y se repartieron triunfos en los clásicos.
Para esta campaña con la competencia rebautizada como Liga Federal, San Nicolás volvió a vibrar por la pelota naranja. Los tres se reforzaron con intenciones de pelear arriba, aunque primero deberán atravesar una zona durísima frente a seis clubes rosarinos en la Región Cab 1. Belgrano recuperó a su histórico entrenador Maffei en reemplazo de Ariel Amarillo, Regatas (el de mejor comienzo) continúa con Patota Dastugue al mando, mientras que a Somisa lo conduce Nicolás Arámburu, con el que ascendió desde el Provincial y dominante en los últimos años del certamen doméstico.
La Liga Federal es la competencia más multitudinaria del básquet argentino con 100 equipos distribuidos en 13 grupos por ubicación geográfica. A los equipos nicoleños los dividen los colores. Por ahora algo lejos de la elite, aunque con canchas llenas y pasión tan intacta como hace 31 años. En buena hora.