¿Por qué San Nicolás es tan cara?

Si hiciéramos una encuesta en la calle, 9 de cada 10 nicoleños afirmarían –sin temor a equivocarse- que San Nicolás es una ciudad extremadamente cara.  Incluso hasta dirían que es mucho más cara que ciudades vecinas, o que las grandes urbes como Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

Y no es una aseveración antojadiza: San Nicolás es muy cara. Más allá de que en la Argentina todo cuesta mucho y los precios están descontrolados, particularmente en nuestra ciudad resulta una verdadera odisea encontrar precios razonables en distintos rubros.

Las generalizaciones no son buenas. Por supuesto que hay sanas excepciones, y que algunos comerciantes se ajustan a la crítica realidad que vivimos, con precios razonables y buenas ofertas. Pero en general, la mayoría “no se baja del caballo” ni siquiera ante la abrupta caída en las ventas. Prefieren seguir subiendo los precios, aún a costa de vender menos.

El fenómeno no es nuevo. Algunos lo atribuyen a los tiempos de la gran Somisa, allá por las décadas del 70 y los 80, antes de la privatización que dejó en la calle am miles de trabajadores. Cuentan los memoriosos que los “somiseros” cobraban y viajaban a Buenos Aires o Rosario para comprar dólares. Quizás haya un poco de mito, pero también era cierto que –por ejemplo- solo financiaban las compras a quienes presentaban recibo de sueldo de dicha empresa, o de alguna otra importante.

A la par de esa “gran Somisa”, los precios en San Nicolás se acomadaban conforme a los sueldos de dichos trabajadores, que por cierto no era lo mismo que cobraba el resto. Y así fue que nos convertimos en una ciudad “cara”.

Pero Somisa no existe más. Hoy quienes trabajan en Ternium ya no son quienes lideran el mercado de los salarios más altos. Hoy nuestra ciudad tiene básicamente la misma estructura socio-económica que muchísimas otras ciudades de la Argentina. ¿Por qué entonces los precios siguen siendo más altos? Vaya uno a saber…

Habría alguna explicación racional si los comparamos con los de Capital Federal o Rosario, porque en las grandes ciudades suele haber más variedad y competencia. Pero resulta que en ciudades más chicas también los precios son más bajos que en San Nicolás.

Todos los nicoleños padecemos este problema a diario. Comprar ropa es más caro, comprar comida es más, cenar afuera es más caro, y hasta comprar un auto es más caro. ¿Hay alguna solución a esta realidad que ya lleva varias décadas? Difícil saberlo. Por lo pronto, la mejor recomendación que podemos hacer es que busquemos precios, y si algo está muy caro, no compremos. Al fin de cuentas, si no nos defendemos nosotros mismos, ¿quién podrá defendernos?