Por Pablo González
Así estamos los argentinos: a la buena de Dios… O mejor dicho, a merced de improvisados que no tienen la menor idea sobre qué medidas tomar, y cómo salir de este berenjenal económico en el que estamos inmersos.
No hace falta que les describa lo que hemos vivido en los últimos días. Primero, la disparada del dólar. Después, la renuncia de Martín Guzmán. Y ahora, la nueva disparada del dólar más la nueva ministra que –según sus propias declaraciones- seguirá haciendo lo mismo que venían haciendo Guzmán y Alberto.
Primera pregunta obvia: ¿Para qué trataron y expulsaron como un perro a Guzmán, si piensan seguir haciendo lo mismo?
Lo que voy a decir quizás a algunos les parecerá demente. Y en estas horas no lo escucharán en ningún lado. Pero la realidad indica que la Argentina venía creciendo a un ritmo interesante. Más del 10% del PBI el año pasado, y una proyección de entre el 4 y 6% para este 2022. Con inflación creciente, es cierto. Con salarios que no alcanzan, algo que todos padecemos. Pero veníamos creciendo.
Y sin embargo, castigaban a Guzmán como si fuera el demonio responsable de todos los males. Desde adentro del gobierno (Cristina a la cabeza) y desde afuera. Pues bien, queridos lectores: lamento comunicarles que ahora es casi seguro que tendremos una parálisis económica, y que seguiremos con inflación.
¿Qué quieren inventar? No existen fórmulas mágicas. Debemos ser serios, tomar medidas racionales, y tener paciencia. No existe otra fórmula. Aunque se nos vaya la vida a toda una generación, esa es la única salida.
Pero no: se cansaron de Guzmán, y ahora vamos a buscar alguna salida milagrosa. Es un error histórico: uno más en la historia argentina.
Lo que se está viviendo en estas últimas horas es una larga saga de improvisaciones. Renunció el Ministro, y el Presidente se enteró ese mismo sábado cuando estaba en una reunión familiar. Por su parte, la Vicepresidenta estaba en el medio de un acto político, justamente criticando a Guzmán. Los tomó por sorpresa algo que se veía venir desde hace meses. Peor aún: nadie tenía un Plan B. Salieron desesperados a buscar reemplazante, y pusieron a la primera que pareció razonable. Silvina Batakis ni siquiera tiene equipo económico, así que mucho menos pudo tomar medida alguna en sus primeras horas de gestión.
Así se maneja la Argentina en estos días. Y así la manejó antes Macri y sus secuaces. ¿O se olvidan cuando Mauricio se enojó porque no lo habían votado, y nos devaluó un 30% de la noche a la mañana? La consecuencia de lo que ha hecho el peronismo ahora excede a la crisis económica. Porque esto lo único que garantiza es que vuelvan al poder los mismos oligarcas que nos endeudaron y empobreciueron; o peor aún: los dementes libertarios que proponen legalizar la venta de niños y dolarizar la economía.
En fin: habrá que seguir peleándola. A pesar de todos los desaguisados de nuestros gobernantes, tenemos un país increíble que sigue dando oportunidades. De a poquito nos están cansando. Pero seguiremos dando batalla…