En su segunda fase de demolición de la principal coalición opositora, Macri nuevamente con rigor de ingeniero, dejó aislada a Patricia Bullrich y se acercó a Javier Milei de manera explícita. Compartió desde terminales para recaudar fondos de campaña hasta ejes discursivos. Licuó a Patricia y su perfil «halcón» dejándola sin brújula política en el tramo más sensible de la campaña.
Se fue a jugar al bridge en medio de la campaña, y hasta ofreció desde Harvard a los legisladores nacionales de Juntos como colectora parlamentaria de Milei en el caso de que el candidato de La Libertad Avanza llegue a la presidencia. El apoyo de Macri no fue inocuo. Anoche Milei se convirtió en el nuevo jefe de la oposición con un bloque en la Cámara de Diputados de casi 40 legisladores mientras que Juntos perdió 32 diputados de 55 que ponía en juego.
Mauricio Macri deberá enfrentar ahora un complicado escenario. Aún más complicado que el de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Aislado y luego de demoler todos los puentes interno, el ex presidente deberá buscarse un futuro político afuera de Juntos por el Cambio. Javier Milei lo espera con los brazos abiertos cada vez más lejos de sus antiguos socios.
Derrotado ante La Cámpora, el saliente intendente de Juntos en Olavarría, Ezequiel Galli, fue el primero en dar por terminado el ciclo de Mauricio Macri en Juntos por el Cambio: «Claramente Mauricio Macri no es más el líder ni en referente de JxC. Argentina eligió y claramente fue en un sentido opuesto a lo que venimos proponiendo», escribió en su cuenta de Twitter.