El Diputado Provincial Julio Pasqualin, emitió hoy un documento en el expresa su homenaje a Raúl Alfonsín en estos 40 años de la recuperación de la Democracia en Argentina.
El documento, que lleva la firma del legislador radical oriundo de San Nicolás, expresa lo siguiente: «Se ha hablado mucho sobre los 40 años de la recuperación de la democracia en la Argentina. Y en esta oportunidad quiero reflexionar sobre lo que significó Raúl Alfonsín, que es el Padre de nuestra democracia».
«La palabra Padre -dice Pasqualin- tiene una ascendencia muy fuerte, máxime para alguien como yo, psicólogo de profesión. Porque no es lo mismo tener un padre democrático que un padre autoritario. En América Latina y en la política también hay padres autoritarios que reciben adhesiones. Pero Alfonsín fue un padre democrático, que tuvo como primera mirada estratégica la paz.
Alfonsín siempre creyó que la Democracia estaba asociada a la Paz, y por eso estuvo en contra de la violencia de los años 70, estuvo en contra de la Guerra de Malvinas, y se fue a Campo de Mayo a solucionar un conflicto que nos permitió seguir viviendo en democracia. Por eso también firmó la Paz con Chile, plebiscito mediante. Además, armó el Mercosur para evitar la hipótesis de un conflicto con Brasil; y se involucró en el Tratado de Contadora para evitar las intervenciones militares de Estados Unidos que podían poner en riesgo la estabilidad del Continente».
Más adelante, señala Julio Pasqualin: «Muchas veces se mira a un Alfonsín edulcorado, solamente de diálogo. Pero era también un gran luchador; que tenía límites porque no descalificaba a su adversario, pero luchador al fin. Ese es el Alfonsín que debemos reivindicar en estos tiempos, ya que en situaciones extremas siempre supo dónde pararse.
Durante su etapa de abogado fue alguien que se jugó el pellejo contra los militares, como luego lo hizo también como presidente juzgando a las Juntas Militares.
Y como si todo ésto fuera poco, hay infinidad de escritos suyos que describen perfectamente los efectos nocivos generados por el neoliberalismo en los 90; enfrentándose a los poderes fácticos y a medios de comunicación que se sentían más poderosos que el Estado. Alfonsín era alguien que no tenía pelos en la lengua para enfrentar a quién sea, y para decir las cosas en donde sea».
Finalmente, el legislador nicoleño expresaba: «En estos 40 años de Democracia debemos homenajear esta epopeya de Alfonsín. También debemos hacerlo con nuestros gestos y con nuestras decisiones, sobre todo en los tiempos que corren. Y estoy seguro que la Unión Cívica Radical lo está haciendo correctamente»