Por Pablo González
Periodismosn.com.ar
FM 88.7 Radio City San Nicolás
Parece que San Nicolás finalmente no tendrá temporada de playas en la zona de islas. Pero no será por el conflicto del municipio con la provincia, ni por los aprietes que algunos cooperativistas vinculados laboralmente a la Municipalidad ejercieron ayer sobre el Presidente de la organización ambiental que hizo la presentación en la justicia.
Los motivos por los que no habrá playas tienen que ver con la naturaleza: se viene una crecida importante del Río Paraná, que por ahora tendrá su pico a mediados de noviembre frente las cosas nicoleñas, pero que podría extenderse todo el verano si continúan las lluvias en la alta cuenca, tal como está previsto por efectos del fenómeno de El Niño.
El día martes, un grupo de cooperativistas que se venían desempeñando en tareas de mantenimiento y limpieza en las playas Barranquitas y El Arenal, se concentraron y manifestaron frente al domicilio particular del abogado ambientalista que inició las acciones legales del Foro Medio Ambiental (FOMEA) contra la Municipalidad de San Nicolás, en el marco de una causa por la cual tales espacios estarán cerrados en la venidera temporada de verano.
Las imágenes y videos fueron difundidas por los medios periodísticos amigos del municipio. “Somos un total de 25 personas que desde hace más de dos años, en dos turnos, venimos trabajando todos los días en el mantenimiento y limpieza del camino que lleva a las playas. Hoy nos dijeron que ese trabajo se cortó”, argumentó Claudio Figueredo, referente de la cooperativa de trabajo «Unión Total» y portavoz de los manifestantes.
Lo que no dice este cooperativista es que la práctica del «escrache» es algo que tiene su origen en el nazismo, y que está absolutamente reñido con la convivencia democrática. Según parece, ellos entienden que cualquiera tiene derecho a ir a protestar al domicilio particular de un ciudadano, por la simple razón de que hizo una presentación judicial ante lo que él consideraba como un derecho vulnerado.
Es lamentable que se vuelva a estas prácticas del escrache, y que ésto sea avalado, impulsado, o cuanto menos tolerado por las autoridades. Porque tendrían que haber enviado inmediatamente a las autoridades policiales para disuadir este tipo de prácticas antidemocráticas. Pero no: los dejaron hacer…
No es la forma de convivencia a la que aspiramos la inmensa mayoría de la sociedad, tanto en la Argentina como en San Nicolás. Pero al parecer algunos no lo entienden.
Paradojas de la vida, la propia naturaleza quizás se encargue de poner fin al conflicto. Porque si efectivamente tenemos una crecida importante del Río Paraná, no habrá forma de disfrutar de las playas, con o sin autorización provincial; con o sin apriete…
Crecida del Paraná
A mediados de noviembre, Rosario registrará un pico de crecida del río Paraná. Así lo advirtió Juan Borus, integrante del Instituto Nacional del Agua. Ese fenómeno hídrico se registrará debido las intensas lluvias que se produjeron en las últimas dos semanas en la cuenca misionero paraguaya y en menor medida por la crecida que presenta por estos días el río Iguazú.
“Se viene una crecida importante del Paraná con un aporte del río Iguazú que tuvo lluvias significativas en las últimas dos semanas. Las lluvias se esperaban. Los pronósticos están andando muy bien en lo que hace a la distribución espacial y temporal de las precipitaciones. No solo fueron persistentes sino que alcanzaron valores muy importantes”, señaló este martes el experto del Instituto Nacional del Agua.
Borus estimó que a mediados de noviembre muchas actividades se verán afectadas, especialmente el manejo de ganado en las islas. “Se va a formar una onda (hidríca) que viajará hacia Rosario relativamente rápido. En Rosario tendríamos el efecto máximo de esta onda alrededor del 18 noviembre”.
Y precisó: “De los 2,85 de lectura que tenemos hoy en el Puerto, que ya se consideran como aguas medias, el 18 de noviembre tendría que estar por encima de los 4 metros, o quizás cerca de los 4,80 metros”, subrayó.
Borus aclaró que este fenómeno “no solo afectará a la ribera rosarina. Rosario es una escala referencia para todo el Delta. Todo el Delta está pendiente de a cuánto llega el Paraná en Rosario. Y hay muchas actividades que se pueden ver alterada por la creciente, especialmente, la número uno es la ganadería de isla o el manejo de hacienda en islas”.
«El ganadero sabe muy bien cómo afecta la crecida, pero con semejante número está claro que habrá mucho movimiento de hacienda”, agregó.
Borus dijo que las imágenes del río Iguazú con sus Cataratas casi al máximo de caudal, que derivaron en la suspensión de la actividad turística, no necesariamente van a repercutir en el Paraná. “Las crecidas del Iguazú no tienen mucho volumen, así como suben bajan. Pero en este octubre las lluvias fueron tan persistentes y hubo caudales tan altos en Cataras, que alteró totalmente el servicio turístico en las Cataratas. A la crecida del Iguazú se suma un aporte de la alta cuenca del Paraná en Brasil y el excedente de lluvias de la cuenca misionero paraguaya del río Paraná que suelen ser importantes”.
“De tal manera, entre mañana y pasado vamos a tener un caudal del orden de los 35 mil metros cúbicos por segundo. Eso hace que se conforme una onda especial que viajará hacia Rosario relativamente rápido. El efecto máximo de esta onda lo tendremos alrededor del 18 de noviembre”, agregó.
Borus explicó que se considera nivel de alerta a la marca por encima de 5 metros. “Pero con el río en 4,80, aunque no sea considerado nivel de alerta, puede causar problemas con la población que está muy expuesta o muy cerca del agua”.