Por Pablo González
Periodismosn.com.ar
FM 88.7 Radio City San Nicolás
Este domingo, se produjeron dos nuevos hechos de violencia en las canchas del fútbol de San Nicolás.
Por un lado, en el predio de Fútbol San Nicolás, donde el local enfrentó a Paraná, el informe policial consigna que se produjo un fuerte cruce entre hinchas y jugadores al finalizar el encuentro. La parcialidad paranaense se retiró por el sector donde se encuentran los vestuarios y se dieron algunos entredichos que rápidamente escalaron hacia la violencia física. Hubo golpes entre hinchas visitantes y algunos futbolistas del local. Fue aprehendido un hombre de 25 años, hincha del club visitante.
En otro partido, al finalizar el choque entre General Rojo y Conesa se dio un fuerte cruce entre hinchas que terminó con un joven de 26 años con cortes en su cabeza, debiendo ser trasladado al Hospital San Felipe. En el lugar se aprehendió a otro joven de 21 años que tenía en su poder un machete, que habría participado de los enfrentamientos.
En ambos casos, fue informada la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (Aprevide), que solicitó informes de lo sucedido.
No es la primera vez que ocurren incidentes de esta naturaleza. Más bien todo lo contrario: cada vez ocurren con más frecuencia. Y no sólamente abarcan al fútbol de primera semi-profesional, sino a los juveniles, inferiores, y hasta el baby fútbol.
La sociedad está enferma, y el fútbol nicoleño está enfermo. Deben empezar a aplicarse cuanto antes sanciones ejemplificadoras para quienes protagonizan este tipo de hechos, porque de lo contrario en cualquier momento habrá una tragedia.
¿Qué tipo de medidas? Los clubes saben, en la mayoría de los casos, quiénes son los patoteros, los violentos, y los que generan quilombo a cada rato. Pues bien: a ellos tienen que expulsarlos de sus respectivas instituciones, y tienen que denunciarlos antes la justica. También esta última debería actuar de oficio cuando existen hechos de esta naturaleza, y procesar a quien corresponda, no importa si es o no un apellido conocido.
Y si es necesario, hay que parar el fútbol antes de que ocurra una desgracia mayor. ¿O acaso están esperando que el verde césped se tiña del color de la sangre?
La foto de Archivo corresponde a uno de los tantos incidentes en el fútbol local.