Por Raúl Kollmann
La totalidad de los encuestadores y consultores en campañas electorales coinciden en que Sergio Massa fue claro vencedor del debate de este domingo. Algunos hablan de knock out, otros de que hubo una notable diferencia por puntos. Están los que consideran que el gran acierto de Massa fue llevarlo a Javier Milei a debatir sobre las propuestas inconsistentes del libertario —»contestá por sí o por no»— en lugar de plebiscitar la gestión económica actual o los casos de corrupción. Pero también están los que evalúan que Milei no tiene envergadura, ni de conocimientos ni de personalidad, para llegar adonde llegó hasta ahora. Ahora resta definir cuál será el impacto que tuvo en los indecisos y que probablemente surgirá en los estudios de los próximos días que, como en las PASO y en las elecciones generales, son jornadas decisivas.
En el post-debate está concentrado determinar el efecto que tendrá o no en la elección del próximo domingo. No hay unanimidad sobre la incidencia o no en el elector del resultado del debate. La mayoría de los consultores reconocen no saber si el efecto del debate se traducirá en una ventaja de Massa. Por otra parte, una minoría de los consultores no duda en que la victoria en el debate consolida la levantada de Massa en las encuestas. El tigrense venía abajo, emparejó durante la semana pasada y pasaría al frente después del domingo que pasó.
Massa, ganador por puntos
Federico Aurelio de ARESCO hizo la siguiente evaluación: «Diría que el claro ganador fue Massa. No por knock out, pero sí por una sustancial diferencia de puntos. Ahora lo que falta es saber cuál es la opinión, no del conjunto de la gente o la mayor parte de la gente, sino de los segmentos llamados de votos blandos de cada uno de los candidatos, los votantes de los otros espacios y los indecisos. Y creo que ahí es donde tenemos que observar si el debate de ayer generó algún nivel de modificación de las intenciones de voto».
«La destreza de Masa —redondeó Aurelio— hizo que en vez de plebiscitarse su gestión, se plebiscitaran o se pusieran en tela de juicio las distintas afirmaciones de Milei, primero en la cuestión económica y después en cada una de las afirmaciones que fue haciendo Milei a lo largo del tiempo. Todos sabemos que la mayor parte de las propuestas de Milei tienen acuerdos minoritarios y en ese sentido, el mismo Milei, en conocimiento de esa situación, no pudo ratificar muchas de las que fue haciendo a lo largo del tiempo. Eso lo debilitó. Massa lo arrinconó en varias ocasiones y por eso ganó con amplitud».
Milei, un candidato aficionado
«Primero: se comprobó una interpretación que habíamos planteado —sostiene Eduardo Fidanza de Poliarquía—: Milei es un aficionado, que se encontró enfrente con un súper profesional que, claramente, lo venció. Segundo: se demostró, también, que Milei es el producto de medios audiovisuales mediocres, para los cuales cualquier bizarro vale más que un lúcido, porque incrementa la audiencia; eso es lo que le permitió a Milei llegar a la fama. Pero postularse, a partir de ahí, a la presidencia es otra cosa: se necesitan virtudes muy específicas de las que carece. Tercero: sin embargo, eso no asegura que Massa tenga el camino despejado, al menos por dos razones. La primera es la calamitosa situación social y económica; la segunda es que el candidato que salió segundo en la general y la que salió tercera celebraron un acuerdo cuya consecuencia es, hasta hoy, que dos tercios de los votantes de Bullrich estarían votando por Milei. Si eso se confirmara Massa la tendrá muy difícil».
Desproporción y premio consuelo
«Me parece que fue un debate muy desproporcionado —diagnostica Facundo Nejamkis, al frente de Opina Argentina—. Creo que hace rato, 10 o 15 años, que no se ve una diferencia tan profunda en un debate. Y diría que hay un consenso grande entre todos los analistas, los medios de comunicación con distintas orientaciones respecto de que Massa fue un claro ganador. Esto no no se traslada necesariamente a la cuestión electoral que me parece que va por otros carriles. Pero sin duda Massa logró poner a Milei en una situación de mucha tensión con sus propuestas, le evidenció contradicciones en esa agenda, lo llevó a una situación en la cual Milei no podía definir si todo lo que vino sosteniendo hasta las elecciones generales lo iba a sostener en caso de llegar al gobierno. Ahora, al mismo tiempo, Milei se lleva un premio consuelo. La gente desconfía de dos cuestiones. Una: la viabilidad de sus propuestas. Otra: su estado psicológico. Bueno, lo primero quedó en evidencia, me parece, que tiene limitaciones para explicar cómo va a llevar adelante su programa. Lo segundo creo que salió sin daños. Logró mantenerse en su cauce, no se desbordó y en una situación muy adversa logró terminar airoso y sin raspaduras, por lo menos en la dimensión psicológica. Pero creo que fue tan notoria la diferencia en el primer bloque que daría la sensación que Massa desaceleró en el segundo para que no quede tan desbalanceado y no aparezca la idea de alguien que se está aprovechando de la debilidad de otro».
Querer ser presidente
«Cuando Emmanuel Macron por primera vez fue candidato a presidente —relata Raúl Timerman, de Grupo de Opinión—, después de renunciar al Ministerio de Economía en un gobierno socialista, formó un partido y se presentó a elecciones y entró al balotaje con Marine Le Pen. En ese momento, recibió una llamada de Barack Obama. El norteamericano le dijo: ‘Macron, demuestre a los franceses que usted quiere ser presidente. El electorado quiere votar a alguien que quiera ser’. Y Massa, en el debate demostró que quiere ser presidente. Elliot Jacques, estudioso canadiense, de las organizaciones y las prácticas gerenciales, ya fallecido, decía lo siguiente, para ser eficiente en el desarrollo de un rol en una posición determinada, en una organización, hay que cumplir los siguientes requisitos. Primero, tener la capacidad potencial necesaria que el rol requiere. Segundo, tener las habilidades y conocimientos que el rol requiere. Tercero, valorar el rol. Y cuarto, no tener características de personalidad disruptivas para el ejercicio de ese rol. Bueno, para el rol de presidente, da la impresión que Sergio Massa cumple con los cuatro requisitos de Elliot Jacques y también da la impresión, a partir del debate, que Javier Milei no cumple con ninguno de esos cuatro requisitos».
Cómo impacta en el balotaje
«¿Massa ganó el debate? —se pregunta Roberto Bacman, titular del Centro de Estudios de Opinión Pública—. Sí, probablemente haya ganado el debate. El tema es cómo impacta esto en la gente. En un contexto donde hay paridad en las encuestas y es cierto que en la última semana se están empezando a ver notables mejoras, y aparecieron más encuestas que lo dan ganador. Habrá que ver cómo impacta esto en el segmento que realmente todavía no tomó su decisión, que en un balotaje le cuesta tomarla, que es un segmento que son aproximadamente un 9 por ciento de los votantes. El ajuste fino se va a dar esta semana. Hay que estar atento a las encuestas que no se pueden publicar por una norma que cercena la libertad de prensa. Sucede que no se pueden publicar en los medios tradicionales y aparecen algunas reales y otras truchas en las redes”.
De la violencia al apichonamiento
«Un punto muy desfavorable para Milei —razona Analía Del Franco de Del Franco Consultores— es que no aparece como previsible. No exhibe condiciones para resolver en frío. Pasa de la violencia al apichonamiento. Para los indecisos, de clase media, es un punto negativo para él. Tampoco mostró capacidad en los temas públicos y esa es una falencia que también va en su contra en el segmento de indecisos o de voto en blanco. Le baja mucho el precio a Milei. Más allá de estas miradas del debate, buena parte del voto que tiene Milei es más emocional que racional y hay un peso notorio del antikirchnerismo. Por eso entiendo que hay que bajarle los decibeles a la euforia, porque hay sectores para los cuales este debate existe, pero en otros no existe, es como si no hubiera existido. Tendremos que evaluarlo estos días».
Solvencia vs improvisación
«Lo que vimos ayer fue a dos contendientes en desigualdad de condiciones —afirma Marina Acosta de Analogías—. Por un lado, la solvencia y preparación de Massa; por otro, la improvisación y falta de expertise de Milei. Pero, más aún, se logró manifestar un descalce muy marcado entre el discurso y la programática de Milei respecto de la realidad misma, en diversos aspectos muy sensibles que van desde las relaciones internacionales hasta la seguridad. Cuando preguntamos al electorado para qué mira los debates televisivos, la mayoría nos dice que lo hace para informarse sobre las propuestas de los candidatos. El candidato de UxP se mostró sólido en la presentación de su agenda de gobierno. Milei, abrumado por los señalamientos de Massa, se limitó en mayor medida a responder las contradicciones de su propio discurso. La regla de oro en los debates es el tiempo de exposición: Massa supo aprovecharlo, Milei lo desperdició.
El domingo será un trámite
«Del debate específicamente no comento porque no hubo tal debate —dice categórico Artemio López de Equis—. Con récord de audiencia y como era de esperar, Massa puso fin a un arrebato fascista, que por carencias propias y ajenas, llegó muy lejos. Resta un trámite administrativo que en una semana se completa. La clave de la elección eran los electores aún indecisos y si un simulacro de debate tiene alguna posibilidad de definir una elección, ninguno mejor que el celebrado este domingo. Visto el resultado, la alianza LLA y JxC debe estar preparando el terreno para las denuncias de fraude ante la inminente derrota».
Propuestas y no-propuestas
«El candidato libertario tuvo muchísimas dudas, muchísimos errores no forzados y muchísimos furcios —remata Santiago Giorgetta de Proyección—. Más allá de que se percibió que no sabe cómo se maneja el Estado, me parece que los puntos fuertes fueron las propuestas de Massa y las no-propuestas de Milei. El error de confundir las Fuerzas Armadas con las Fuerzas de Seguridad me pareció grave. La fibra que se toca con el tema Malvinas y Margaret Thatcher me parece que fue clave. Y no quedan dudas de que en el debate hubo un ganador claro. De cara al domingo, a aquellos a los que Massa le habló particularmente y de forma muy acertada, fue a las mujeres, a jubilados y jubiladas, a los sectores productivos de la Argentina. Y a esa franja, en la que están los indecisos, les queda claro cuál de los dos dirigentes está en mejores condiciones para poder gobernar la Argentina».
La incógnita es, entonces, el efecto en la elección del domingo. No es seguro que esos indecisos, que son poco interesados en política, hayan visto el debate. Pero indudablemente le llegan los ecos y comentarios. Además, este tipo de traspiés, como el que sufrió Milei ahora y Patricia Bullrich antes, golpea la autoestima de sus equipos y la de propio candidato. Todos los consultores coinciden en que Massa viene peleando desde atrás, emparejó en la semana que pasó y fue apareciendo con alguna ventaja durante el fin de semana. Habrá que ver si la tendencia se consolida.