Por Dante Alvaro
En nuestras complejas sociedades (Argentina no es la excepción) no conocemos casi nada de primera mano, por tanto, necesitamos confiar en el juicio de otros. Sin embargo, uno de los pocos intersticios de conocimiento de primera mano es nuestra relación con los precios. La disparada de precios que estamos vivenciando no requiere más que tocar el bolsillo.
Aquí se abre una dinámica entre las percepciones individuales de los ciudadanos y la agregación de preferencias que se construirá sobre el futuro. Terreno sobre la que se puede especular, pero sus desenlaces sociales siempre resultan huidizos para el analista. Lo que se puede asegurar es que, sin una narrativa potente por parte del gobierno, el “ajuste” se puede convertir en un tobogán.
Con este tópico concluyo. ¿El “ajuste” constituye un evento único? Si los ciudadanos así lo perciben, entonces el ministro Caputo cumplirá el rol de escudo del presidente. En cambio, si los ciudadanos se forman expectativas sobre un “ajuste” por etapas, podrán, quizá, hacerse la idea de que el ministro es una herramienta del presidente Milei. Con este último escenario ya todo habrá cambiado. La discusión pública se correrá de las circunstancias a las decisiones. Y como se sabe, en el terreno de las decisiones las cosas siempre se pueden ver desde ópticas diferentes. El juego está abierto.
Dante Alvaro es Investigador de Conicet y Licenciado en Economía.