El biólogo Germán Tettamanti, forma parte del Programa para la Conservación de Murciélagos en Argentina, que integra la REALCOM. Esta red internacional lanzó un programa para detectar aquellos sitios importantes para la conservación de estos animales. Debían cumplir una serie de requisitos, como: «diversidad, número que sea llamativo, rareza, especies en peligro o abundantes refugios de reproducción», explicó en la entrevista con radio Meta.
El biólogo contó que hicieron relevamientos en diferentes lugares de la provincia de Buenos Aires, pero «cuando estuvimos en Ramallo fue impresionante». Y detalló: «Durante la primera noche de muestreo, contabilizamos 8 especies distintas, lo cual es un montón, tengan en cuenta que la Provincia tiene 17».
Esa identificación fue en la Reserva Municipal, «luego hicimos algunos muestreos en El Tonelero donde el patrón se mantenía más o menos constante. Son dos de los puntos con mayor estado de conservación, junto con algunos lugares como Vuelta de Obligado y alguna zona de la costa en Baradero».
Explicó que «hay sitios donde hay que hacer varias noches para alcanzar ese número. En Vuelta de Obligado, las primeras noches de muestreo, solamente llegábamos a tres especies». Esto se explica «por el estado de conservación que tiene el ambiente en esa zona, que les brinda cantidad y calidad de refugios».
El murciélago es importante para el equilibrio del ecosistema. «Todos los que tenemos en la provincia de Buenos Aires se alimentan de insectos, incluyen tanto a plagas de cultivo, como de vectores de plaga»… «La especie más común de murciélagos pesa 14 gramos, y cada individuo por noche come su peso en alimento. Se ha calculado que, mas o menos, son unos 1500 mosquitos por murciélago en una noche, y en localidades como las nuestras, las costeras, eso es importantísimo»… «Existen otras que se alimentan de frutas y dispersan semillas y ayudan a restaurar zonas de bosque, hay otros que se alimentan de néctar al igual que colibríes y polinizan plantas».
El miedo al contacto. «Son animales completamente inofensivos. En cuanto a las enfermedades zoonóticas, la incidencia de rabia en murciélagos es bajísima». Sostuvo que «no hay que tenerles miedo, ni satanizarlos, hay que tener precaucion de manipular con manos desnudas, tratar de que no nos muerdan».