Por Pablo González
Periodismosn.com.ar
FM 88.7 Radio City San Nicolás
En San Nicolás se está dando en el último tiempo un fenómeno muy particular, que hace algunos años ocurrió -por ejemplo- en la ciudad de Rosario. Me refiero a la enorme cantidad de edificios, conocidos habitualmente como «Torres», que se levantan en distintos puntos de la ciudad.
Cualquier nicoleño que camina por las calles lo puede observar. Por aquí y por allá, nos encontramos con enormes moles de cemento que dibujan su figura en las alturas.
Es algo que podría no llamar la atención en tiempos de prosperidad económica y alto poder adquisitivo. ¿Pero cómo no sorprenderse cuando eso ocurre en medio de una situación económica agobiante, y cuando no hay ninguna línea de crédito accesible para los potenciales compradores de departamentos?
La realidad indica que los edificios se empiezan y se terminan. No quedan «a mitad de camino» por la crisis, ni mucho menos. ¿Pero a quién le venden luego los pisos o departamentos?
Por supuesto que siempre hubo, hay y habrá gente de plata. Algunos pocos que pueden ahorrar en dólares, o las clásicas familias adineradas de San Nicolás, que compran un departamentito para el hijo, nieto, bisnieto, tataranieto o amante… (ahora que está «de moda»). Pero no son tantos, al menos para la cantidad de edificios que se construyen.
De hecho, sabemos que muchas de estas torres jamás logran vender varias de sus unidades habitacionales. Algunas veces incluso demoran en darle el final de obra, para no pagar distintos impuestos, y simplemente los ponen en alquiler. ¿Entonces qué se esconde detrás de tanto movimiento en construcciones de esta naturaleza? ¿Es sólo una simple inversión para obtener una renta actual o futura?
No podemos trasladar taxativamente una comparación. Pero los que conocen del tema cuentan que en Rosario el crecimiento de las bandas narcos estuvo acompañado por «inversiones» de este tipo, en la que se lavaban dinero proveniente del tráfico de drogas. Reitero: no tengo pruebas de que San Nicolás esté ahora viviendo un fenómeno similar, porque además seguramente varios de estos edificios están siendo construidos dentro de la ley, sin fondos sospechosos. Pero no deja de llamarme la atención que haya tanto movimiento en tiempos donde no hay créditos hipotecarios y la clase media o media/alta ya no tiene ahorros para comprar su departamentito.
Sólo pido que abramos los ojos y estemos atentos. No vaya a ser cosa que dentro de algunos años estemos igual que Rosario, con las bandas narcos enfrentándose en las calles nicoleñas.
Mientras tanto, simplemente me pregunto: ¿alguien investiga de dónde vienen los fondos para construir tantos edificios en San Nicolás?